Otro año más, el pueblo alicantino de Rojales, se disponía a dar la bienvenida a la Navidad. Comenzó el día 8 de diciembre con la inauguración del belén municipal y la encendida de luces, Rojales se preparaba para encarar una de las fiestas más importantes de todo el año, fechas en las que las familias y los viejos amigos se reencuentran.
Sin embargo, hay un rojalero que este invierno no va a volver con los suyos; para mas inri en sus 32 años de vida no ha faltado ni un solo año a su reencuentro con sus vecinos, con sus amigos... pero este año ha sido diferente.
En las calles de Rojales hay varias hipótesis de por qué no ha vuelto. unos dicen que "por motivos coyunturales económicos", ya saben, la dichosa crisis, crisis que según dicen sufrimos todos en menor o mayor cantidad, esto habría que preguntárselo a un tal Trichet... Otros creen que va dejar su hermoso pueblo y se va a trasladar a otro aledaño...
No sé si se habrán dado cuenta, aunque no lo he nombrado en todo el artículo, que no estoy hablando de una persona en concreto, sino de un importante acontecimiento, que tanto rojaleros como visitantes de este pueblo han llevado esperando nada más y nada menos que UN año. Estoy hablando del CERTAMEN NACIONAL DE NANAS Y VILLANCICOS "VILLA DE ROJALES".
Todos aquellos que se sientan en los, supuestamente, los sillones más cómodos de todo Rojales y a la vez se agrupan bajo un acrónimo -o varios- junto a todo su séquito -cónyuges y aduladores incluidos- deben saber que las cosas, si se hacen, hay que hacerlas bien, ya que si no pasa lo que pasa.
¿Supresión de un gran Certamen?
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