viernes, 19 de agosto de 2011

TELETIPO TRES DELICIAS

Li Yuang se compró todos los periódicos que pudo adquirir con el presupuesto destinado a tal partida. Su sueldo no era muy alto. Los sueldos en China, para los chinos, no son muy altos.

Este habitual hecho –el de la compra masiva de periódicos– lo venía desarrollando desde hacía unos meses, concretamente desde que su amigo Lei Chu le inició en aquella logia extraña, a la que solo se podía penetrar adjuntando la baja de algún socio junto a la posterior invitación de otro.

Había transcurrido mucho tiempo desde que leyó por última vez una noticia interesante en aquellos diarios. Últimamente todos los periódicos hablaban de las revoluciones islámicas y de los indignados europeos; de la prima de riesgo y del techo de deuda de los diferentes países… Noticias anodinas, carentes de color, carentes de interés… Pero su logia en general y él mismo en particular se encontraban ahí para solucionar ese problema.

Tras consultarlo con sus superiores y después de que estos le dieran el visto bueno, Li Yuang se preparó para su gran salto a la fama en formato de teletipo que en seguida se transmutaría en un breve de cualquier periódico falto de publicidad o en un post colgado en meneame.net.

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Internacional Ay! Válgame Dios… 30/02/2012

Un chino mete la cabeza donde no debe

Pekín / Benito Camela.- Li Yuang era un chino de los que podríamos denominar del montón. Como tantos otros comía arroz, bebía sake, cantaba en los karaokes y de vez en cuando se daba una vuelta por su pueblo en su bicicleta plegable azul, regalo de su madre, por cierto. Su vida era un tanto rutinaria hasta que en el día de ayer, pretextando sus apetencias por penetrar en los anales de la historia, decidió retar a la suerte –y a las leyes de la física– y entrometió su cráneo entre dos de los barrotes que conformaban la balaustrada de su balcón.

“Era un chico muy raro. Siempre solía alquilar películas-documentales del tipo ‘Dime cómo es tu balaustrada y te diré quién eres’ o ‘Ya que metes la pata, métela bien’, comenta la tendera de su videoclub de cabecera, Yolobi Sionotò, y añade ‘Lo conozco desde que era chico y bla bla bla bla bla bla bla bla