domingo, 15 de junio de 2014

Lo que Felipe de Borbón debería aprender de la khaleesi Daenerys Targarian


La fiebre de Juego deTronos que tiene enferma a la mitad del mundo con las variopintas tramas de sus personajes, llegó bastante tarde a mi persona. Lo confieso, mi último capítulo visionado hasta ahora –momento en el que redacto estas líneas– es el 3x06, por lo que “aún me queda por ver lo mejor”, según afirman mis amigos más cercanos, y quizás mis conclusiones no sean del todo correctas...

Pero no he podido controlarme. La inminente entronización de Felipe VI como rey de España me ha llevado a establecer una serie de puntos, gracias a la acción de la khaleesi Daenerys Targarian, que el próximo jefe de estado y monarca español debería tener en cuenta para que su duración en el trono sea tan longeva como la de su predecesor. Los tiempos cambian y la monarquía en España ya no solo se debería justificar por lo que hizo en el 23F -jornada, por otro lado, de la que los españoles aún tenemos más oscuros que claros...- sino que debería buscar y encontrar nuevos alicientes para que los españoles queramos continuar con la sucesión monárquica. Aquí va una lista.

A partir de aquí, (OJO CUIDAO), el texto contiene algún que otro SPOILER, sobre todo de los primeros 26 capítulos (de los de Juego de Tronos, no de la Monarquía Española... O sí...), los que he podido ver...


1.- Felipe debería dejar de lado a sus hermanas y cuñados corruptos. Como hizo Daenerys con su hermano Viserys, quien sediento de corona y del ansiado trono de hierro, acabó su vida al ser coronado con oro líquido y candente. Al hasta ahora Príncipe de Asturias le sobra con no hablar ni tratar a sus bajamaneros familiares, al menos públicamente. Si quiere llegar un paso más allá, el consejo se puede extender, también, a las cenas familiares, cumpleaños, navidad... Te invito pero no te hablo, que así parece que jode más.

2.- Daenerys Targarian, madre de dragones, no duda un instante en usar a alguno de sus tres hijos (recordemos, dragones: Juego de Tronos es una ficción, los dragones pueden existir) para abrasar a todas aquellas personas que de algún modo le estorban para conseguir su objetivo. Felipe es padre de dos infantas, no de tres dragones, pero podría perfectamente abrasar (metafóricamente hablando, por supuesto) a todos aquellos personajes cercanos que le lisonjean sobremanera. Me estoy refiriendo a políticos y periodistas principalmente. Se aprende, y se mejora mucho más, si prestamos más atención a las voces críticas.

Llegados a este punto, y hablando de críticas, me vais a permitir recordar una frase que el maestre Luwin de Invernalia le espetó a Bran Stark en un capítulo (no recuerdo cuál) de la segunda temporada. Cuando el pequeño de la casa Stark estaba impartiendo justicia tras la muerte de su padre y el éxodo de todos sus hermanos mayores. Y el maestre Luwin dijo: “Escuchar a aquellos a quien no os gustaría escuchar es una de vuestras responsabilidades como señor de Invernalia”. Reflexionad, políticos...

3.- Hablando de críticas y personas con opiniones fiables. La Kalheesi tampoco se ha podido resistir (como tampoco lo hace cualquier concejal, alcalde, presidente, o diputado en España) de nombrar a dedo a una serie de asesores. Es cierto que Jorah Mormont o Barristan Selmy pelotean un poco a su reina, pero también le aconsejan, son perros viejos, saben muy bien de qué pie cojea cada cual y recomiendan a la Targarian según sus experiencias. Felipe de Borbón debería hacer lo propio, seleccionar a los consiliarios que considere oportunos teniendo en cuenta, principalmente, sus experiencias. Lo del peloteo, debería ser secundario.


4.- Daenerys Targarian, una vez conseguido su ejército de inmaculados, compuestos por nueve mil esclavos, no dudó un istante en hacerlos hombres libres. Hombres libres. Salvando todas las distancias, Felipe debería hacer lo propio para conseguir o reforzar la simpatía y el afecto de sus súbditos hacia él. Pasar por las urnas. Forzar un referéndum. Avalar esta nueva monarquía parlamentaria que pronto empezará con el poder de todos los ciudadanos. En mi modesta opinión, una consulta popular sobre este tema haría crecer un sentimiento promonárquico entre quienes pensamos que un cargo público se herede de padres a hijos por el simple hecho de ser hijo de rey no debería darse en estos tiempos.

Ni que decir tiene que este texto es susceptible de añadir algún que otro punto. Y del mismo modo, animo a todo aquel que haya llegado hasta aquí a dejar en la sección de comentarios toda reflexión, crítica o incluso felicitación (XD).