Ayer conocimos que más
de 30.000 inmigrantes preparan en Marruecos, según El País, su saltoa tierras españolas desde las fronteras de Ceuta y Melilla.
Impresionantes
los datos. E impresionantes también la cantidad de negocio mafioso
que se mueve a escasos metros de España, y por tanto de Europa,
con el principal objetivo de conseguir, fuera de la legalidad y con métodos inhumanos, cruzar la frontera a inmigrantes.
Estas
informaciones, estos hechos, surgen unos días después de que el
ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, asegurase que laguardia civil sí empleó balas de goma para "repeler la violencia" de los inmigrantes que pretendían entrar a España a nado. ¿"Repeler la violencia" de unas personas que intentan llegar a tierra para evitar morir ahogados? De este manera, el ministro desmintió el discurso oficial de la Guardia Civil y el del delegado del Gobierno en Ceuta
(quienes aseguraron durante una semana que no se había empleadobalas de goma alguna para disuadir a los inmigrantes). Fernández
Díaz nos libró de esta manera a todos los ciudadanos de las
mentiras que hasta entonces las autoridades nacionales vertieron
sobre este asunto -mentiras seguramente amparadas también por el
propio ministro-.
En
conclusión: oscurantismo y poca claridad en este asunto de capital
importancia, donde se pone la vida de personas en juego, para
finalmente acabar contando lo que real y tristemente pasó. ¿Puede
un cargo público -me refiero al director de la guardia civil y al
delegado del gobierno en Ceuta- mentir a sus conciudadanos tan
descaradamente y que no pase nada? ¿Puedo un ministro permitir que sus subordinados profieran mentiras? ¿Dónde está el presidente Rajoy en una clara situación de crisis?
Otras miradas:
Opinión de Angels Barceló (Hora 25, Cadena Ser) sobre la inacción de Europa. [Audio]
Análisis de Juanlu Sánchez (eldiario.es). Los "30.000 subsaharianos" que "preparan el salto".
Ignacio Escolar (eldiario.es). HEMEROTECA: Lo que decía el director de la Guardia Civil sobre Ceuta antes que el ministro lo dejase en evidencia.
Así trata Marruecos a los inmigrantes escondidos en campamentos para ayudar a España en la frontera. (Jesús Blasco de Avellaneda para Desalambre de ElDiario.es)