La élite empresarial española le hace la rueda a Rajoy, y mejoran las perspectivas de
mejoras económicas presentadas por el ejecutivo español a la
señorita Bruselas.
Ya se sabe que en España,
cuando hay una pitanza de por medio, puede pasar cualquier cosa: que
el cuñao farde de una nueva oferta telefónica con Telfónica en la
que le pagan a él por ser cliente, que la prima realice un twerking
de 10 con las mallas de leopardo que se compró hace dos temporadas
en el Corte Inglés, o que la abuela se ponga 'contentilla' con la
sangría con limón pero sin alcohol del Mercadona... En fin, todos
hemos sido partícipes de alguno de estos papeos...
Pero sin lugar a dudas el
premio al almuerzo del año se lo lleva el que Rajoy mantuvo, el
pasado miércoles, con el lobi de lobies españoles, con aquellos que
poseen la tarjeta de crédito más abultada, con los que poseen un
mayor número de dígitos en sus cuentas corrientes. Rajoy se reunió
con los empresarios 'cum laude' españoles, quienes informaron al
presidente de lo bien que les van las cosas... En fin... Yo aún le
sigo dando vueltas de si a Botín le sentaría bien su corbata roja
anudada en su frente...
Y también le doy vueltas
a los comentarios que emergieron de una comida similar en marzo de 2011, cuando
Zapatero aún vivía en La Moncloa. De aquel almuerzo transcendieron
a la opinión pública comentarios, o más bien titulares, de los
asistentes a aquel 'encuentro gastronómico'. Juan Roig, jefazo de Mercadona y ausente en el reciente almuerzo con Rajoy,
demandaba literalmente una mejora en la productividad: trabajar más
y cobrar menos. El presidente del BBVA, Francisco González, pidió a
Zapatero que se continuara con las reformas para que España saliese
del club PIGS. Por su parte, el líder de la patronal, Juan Rossel,
criticaba que más 400.000 trabajadores al día se ausentaban por
costumbre de su puesto de trabajo, lo que costaba un 2 por ciento del
Producto Interior Bruto.
Resulta muy
curioso que de esta última reunión con Rajoy no haya aparecido
ningún titular tan llamativo (por adjetivarlo de alguna manera).
Esto únicamente puede significar una cosa, que los trabajadores han
perdido derechos laborales en favor de los grandes empresarios: la
banca siempre gana.