viernes, 28 de mayo de 2010

Anhelo de un viejo recuerdo


Cuánto tiempo hace…

Hace ya mucho tiempo de aquellas tardes brillantes del mes julio. De aquellas tardes que, tras la pertinente siesta obligada por mi madre, podía salir junto a mi pandilla de amigos a la calle, al campo –entonces venía a ser lo mismo–.

Campo tejido con margaritas, campanillas, amapolas… todo ello aderezado con el dulce olor a azahar de los naranjos cercanos harmonizado por el entremetido murmullo del río de mi niñez.

Todo ese campo de antaño se ha convertido ahora en multitud de urbanizaciones con nombres muy exóticos. Sólo me queda pensar que el futuro lo hace cambiar todo, y que nosotros nos dirigimos irrevocablemente hacia él.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El segundo de los tres microrrelatos presentados al trabajo de TCI.

P.D.: La foto está realizada en una urbanización a medio construir en Rojales. Detrás del Centro de Salud.

Llanos dijo...

Odio cuando se cargan sitios llenos de florecitas y niños alegres, para transformarlos en lugares grises en los que no pueden crecer entre las baldosas ni las flores ni la inocencia de los niños....

un saludo =)