jueves, 22 de septiembre de 2011

Para todo lo demás... saca a pasear a tu perro

   ¡Qué gusto da sacar a pasear a tu perro la última mañana de verano! Sí, ya se va notando ese suave fresquillo que anuncia que pronto caerán las hojas de los árboles caducifolios y que pronto, también, deberemos aparcar a un lado del armario las camisetas de manga corta. 

   Bueno, pasemos del tiempo meteorológico ya que este medio día tendremos nuestra amplia ración de información meteorológica en cualquier informativo... Lo que os iba diciendo, iba yo paseando a mi perro por las calles de Rojales cuando de pronto me fijo en un conductor de nacionalidad "extranjera" que, un tanto agobiado, pretendía realizar un cambio de sentido que podríamos calificar de extranjis.  

   Mientras el conductor -que a partir de ahora lo llamaremos Paul- se encontraba absorto en sus maniobras de cambio de sentido en lugar inapropiado, se acercaba a dicho lugar de los hechos un ciclista amateur con un ritmo más bien rapidito. Entonces, al encontrase los dos vehículos con sus correspondientes conductores en el mismo lugar, se ha producido el llamado movimiento involuntario de la cobra o la cobra, directamente: cuando Paul tiraba para la derecha, el ciclista también tiraba para la derecha; que el de la bici tiraba hacia la izquierda, el conductor ni harto ni perezoso daba marcha atrás impidiéndole el paso... Hasta que el velocipedista, "cansado" de "jugar", se ha bajado de su bicicleta y enérgica pero educadamente ha golpeado en la ventanilla del conductor y ha "rezado" en varios, pero eso sí: sin una palabra más alta que la otra. 

   El aspirante a Contador, ya desahogado, ha continuado su camino; mientras, el pobre Paul se ha quedado en medio de la carretera ojiplático y anonadado a la par que sorprendido y meditabundo.

   Y yo, actuando de abogado del demonio e intentando propiciar el debate, me pregunto: ¿qué hubiera pasado si los protagonistas de esta historia hubieran sido españoles?

Mmmm... ¡Qué gusto da sacar a pasear a tu perro la última mañana de verano!


1 comentarios:

Maribel dijo...

Si es que cuando uno pasea al perro, puede ocurrir de todo! Además, es una buena anécdota para el último día de verano jaja. Ah! Y el cambio que le has hecho al símbolo de Mastercard... no tiene precio xD

Saludicos!