Las llamas

En aquellos momentos sólo quedaban unas cuantas brasas de lo que había sido un fuego pasional, purificador...

Las risitas, los susurros, los gritos... fueron los principales platos de la noche.

Ahora sólo quedaban los rescollos de una intensa llama...

[...]

¡Ey Gente! ¡Aquí quedan brasas pa' hacer aún medio cordero!

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El Concubino

Una vez tenía la barriga llena de marisco, me dispuse a llenar mis pulmones del negro alquitrán con un ducados (como recomendaba mi abuelo después de una comida copiosa).

Más rápido de lo que lo había hecho el resto de la velada, el camarero se plantó ante mí y me comunicó que el humo allí era un cliente no deseado. Me disculpé ante el resto de los comensales por mi humeante ausencia y salí.

En la puerta de aquel restaurante conocí a Blanca.

El humo nos unió...

Desde entonces soy devoto de Cupido y votante del PSOE.




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La espera

Se ha ido de buena mañana a trabajar, pero por lo menos me ha dejado la comida hecha. Estoy desde hace un buen rato mirando desde esta ventana y no llega.

Debería haber venido ya...

Tengo ganas de oler su particular aroma. De oír como su voz -firme pero cariñosa- lanza mi nombre al aire. De que me acaricie...

[...]

Mi sexto sentido me dice que está a punto de llegar... decido esperarle en la puerta...

[...]

¡Hola Lucky!... Cojo la correa y nos vamos a pasear, ¿vale?

Con mi mente en blanco

Una madre. Un padre (...). Unos cuantos hermanos -a mi parecer muchos-. Encima vivo en el país más importante del mundo. Voz que roza casi la perfección. Millones y millones de seguidores que me alientan a seguir con mi trabajo a la vez que con mi multitud de excentricidades. Los suficientes millones de dólares como para limpiarme el culo con ellos. Unos buenos coches que ni siquiera conduzco. Una mansión en la que me puedo perder...

Pero en esta vida me falta una cosa: SER BLANCO.

Descubriendo habilidades...

En esto de las carreras universitarias te suelen enseñar un montón de cosas, te suelen abrir las puertas de aquellos quehaceres que verdaderamente te interesan.

Yo estoy cursando la licenciatura de Periodismo y en una de las tantas clases que damos a lo largo de las jornadas lectivas, un profesor nos descubrió -a muchos de nosotros- el maravilloso mundo de los microrrelatos, argumentando que servían como una buena herramienta para esto de soltarse a escribir, ya que no son -como su propio nombre indica- tan largos como los relatos, y mucho menos, tan largo como las novelas.

Pronto el gusanillo apareció (culico veo, culico deseo); y a partir de ahora voy a intentar mostraros -para aquellos que me lean, que creo que no sois muchos- algunas de mis obrillas -si se pueden llamar así- esperando que sean de vuestro agrado.

P.D.: Agradecería vuestro comentarios. A ser posibles constructivos, compañer@s...

P.D.2: Seguiré escribiendo articulos/críticas de Rojales -para aquéllos pocos rojaleros que me leen-.