viernes, 2 de abril de 2010

Con mi mente en blanco

Una madre. Un padre (...). Unos cuantos hermanos -a mi parecer muchos-. Encima vivo en el país más importante del mundo. Voz que roza casi la perfección. Millones y millones de seguidores que me alientan a seguir con mi trabajo a la vez que con mi multitud de excentricidades. Los suficientes millones de dólares como para limpiarme el culo con ellos. Unos buenos coches que ni siquiera conduzco. Una mansión en la que me puedo perder...
Pero en esta vida me falta una cosa: SER BLANCO.

1 comentarios:

Llanos dijo...

Cuesta creer que en esta sociedad tan "moderna" y "tolerante" siga teniendo tanta importancia algo tan arbitrario como el color de la piel...

Un excelente microrelato, ánimo con los siguientes =)